Sociedades no humanas (III): el dulce hogar de las abejas

«Ha de ser un necio quien sea capaz de examinar la delicada estructura de un panal, tan hermosamente adaptado a sus fines, sin admiración entusiasta. Los matemáticos dicen que las abejas han resuelto prácticamente un profundo problema, y que han hecho sus celdillas de la forma adecuada para que contengan la mayor cantidad de miel con el menor gasto posible de la preciosa cera en su construcción.»

Esto escribe Charles Darwin en su capítulo de El Origen de las Especies dedicado al instinto. En su libro, Darwin utiliza la construcción de panales como ejemplo de que también el comportamiento puede evolucionar mediante el mecanismo de selección natural, ya que serían las abejas con más habilidad para el diseño eficiente las que tendrían más posibilidades de sobrevivir y dejar descendencia, y transmitirían su habilidad arquitectónica a la siguiente generación. Sin embargo, los científicos actuales ya no están tan seguros de que la maravillosa precisión que refleja la estructura del panal sea el resultado de una destreza matemática que las abejas poseen. Echemos primero un vistazo a cómo lo hacen.

Bees in Decline in Slovakia

Apis mellifera, la abeja doméstica, y una muestra de la sorprendente arquitectura de sus panales. Fuente: greenpeace.org.

La miel lo es todo para las abejas. O al menos, es muy importante para ellas. Digamos que las abejas tienen una dulce vida en la que la miel les sirve tanto de principal alimento como de precursor para la construcción de su hogar. Y es que la cera que estos insectos utilizan para configurar sus panales se obtiene mediante el procesamiento interno de la miel. La cera se secreta a través de unas glándulas céreas situadas en el abdomen, y después se calienta y manipula con las mandíbulas, antes de emplearla en la formación de las celdillas. Como todo en la colmena, la obra del panal es el resultado de un trabajo colectivo. Durante el proceso, es necesario mantener una temperatura óptima de entre 30ºC y 33ºC, que se consigue mediante el movimiento simultáneo de todas las trabajadoras implicadas. En este caso son las abejas jóvenes, de entre 12 y 18 días, quienes se encargan de la albañilería. Es muy importante tener en cuenta, como decíamos, que la cantidad de miel disponible es el principal factor limitante para la producción de cera, porque por cada kilogramo de cera deben consumirse ¡entre 6 y 12 kg de miel!

Beehive.jpeg

Un panal natural. Fuente: offgridworld.com.

Ahora bien, ¿cómo se diseñan las celdillas hexagonales? ¿Quién o qué es el responsable de la perfección de su forma? Un artículo llamado Honeybee combs: how the circular cells transform into rounded hexagons (ver referencias bibliográficas) propone que las celdillas de los panales naturales son creados originalmente con forma circular, pero adquieren rápidamente la típica forma hexagonal como consecuencia de la extensión de la cera fundida en las zonas de unión triple entre las celdillas circulares vecinas. Las celdillas originales tienen el mismo tamaño que el cuerpo de las abejas que las construyen, lo que hacen formando un círculo con sus propios cuerpos. La cera se funde posteriormente gracias a la agitación colectiva de la que hablábamos antes. Así, los autores del estudio muestran que el diseño de las celdillas reside en gran parte en las propiedades termoplásticas de la cera de la que están hechas, y no tanto en un cálculo matemático que realicen los insectos.

Estructura honeycomb

Estructura geométrica de las celdillas del panal. Fuente: es.wikipedia.org.

Con todo esto, ¿qué podemos concluir? Parece que la delicada estructura del panal se debe a la interacción compleja de muchos factores: el instinto de la especie, la tendencia auto-organizativa de la cera, la actividad individual de cada abeja y la alta cohesión entre los miembros de la colonia, a la que se considera un superorganismo (como ocurre en el caso de las hormigas; recordemos a la hormiga argentina, las hormigas esclavistas y las hormigas cortadoras de hojas). Y es que en la naturaleza no suele haber explicaciones fáciles. No es sencillo encontrar causas únicas para describir un fenómeno, ¡y menos uno tan complicado como la estructura de la casa de las abejas! La naturaleza es una red en la que cada animal (siempre incluyendo a los animales humanos), planta, bacteria, roca o riachuelo está en continuo movimiento y en relación estrechísima con otros infinitos elementos. Y donde la función de cada uno es infinitamente importante también.

Agradecimientos

Maribel Brotons Albiñana, estudiante de veterinaria, por el aporte de información y por su gran amor a las abejas.

Referencias bibliográficas

Darwin, Charles Robert. Capítulo 8: Instinto. En: El origen de las especies por medio de la selección natural. Páginas 293-301. Alianza Editoral, Madrid. 2009.

Karihaloo BL, Zhang K, Wang J. 2013 Honeybee combs: how the circular cells transform into rounded hexagons. J R Soc Interface 10: 20130299. http://dx.doi.org/10.1098/rsif.2013.0299

En http://oxbornbee.org/wax-impressions/ se analiza el mismo fenómeno y se comenta la cuestión de la inteligencia descentralizada que emerge durante la construcción del panal. La inteligencia no reside únicamente en el cerebro de las abejas, sino en la colonia al completo y en su entorno, en este caso, en la tendencia auto-organizativa de la materia.

¡Qué bichos más molestos!… ¿Por qué existirán?

A menudo se escuchan frases como ésta motivo de la desesperación que nos causan algunos insectos a los que, a menudo, tachamos de inservibles, o a los que llegamos a atribuir su mera existencia a molestarnos, ebrios de grandeza; sin darnos cuenta de que todo eslabón de esta cadena juega un papel tan importante que la ausencia del mismo podría tener consecuencias inimaginables.

«Las moscas solo están en este mundo para cabrearnos en la siesta, las avispas fueron creadas en un complot para atacar a la raza humana, los abejorros para atemorizar a la población y las hormigas son los ladrones de guante blanco más astutas nunca vistas». Sigue leyendo